martes, 3 de julio de 2012

Persigue los sueños que hay en ti


Como cada martes, he tenido mi clase de español "one to one". Un alumno fantástico con un nivel bastante alto y cuya lengua materna es similar a la mía. Sin embargo, hoy, me ha sorprendido con una pregunta que, a pesar de que ya me la habían hecho otros alumnos en distintas ocasiones, no esperaba que él la realizara.

"¿Qué significa "sueño"?".- Me ha preguntado a raíz de explicarle la irregularidad del verbo soñar.- "Por aquí todos dicen continuamente "tengo sueño, tengo sueño", pero, ¿qué quiere decir realmente?"

Lógicamente, le he explicado todos los significados y, sin saber muy bien por qué - debe de ser cosa del famoso subconsciente -, me he detenido en la sexta acepción que aparece en el DRAE, esa que lo relaciona con un deseo o proyecto. Hemos estado hablando de las diferencias entre "tener sueño", "tener sueños" y "tener un sueño"y, en definitiva, la clase ha resultado bastante interesante.

Sin embargo, a los que ya me conocéis, no os extrañará si os digo que he seguido dándole vueltas al tema...

Siempre me ha gustado el término "sueño" identificado con el anhelo de algo. Nunca he sido de las personas de "meta" o "proyecto"; no sé, creo que, sin menospreciar a nadie, soy demasiado fantasiosa para emplear esas palabras... En fin, el caso es que he seguido pensando en ello. ¿Qué sueños he tenido a lo largo de mi vida?, ¿se han cumplido? Y, si no ha sido así, ¿qué es lo que sucedió para que no pasara? ¿Qué sueños tengo ahora? Infinidad de preguntas de este tipo me han invadido la cabeza; era algo así como una lluvia de imágenes y pensamientos incesantes... "¿Te acuerdas de aquel sueño?"- Me decía a mí misma.- "¿Y de aquel otro? ¿Por qué no se cumplieron?" 

Y en ese momento todo se ha detenido. 

En mi mente sólo había cabida para una única pregunta: ¿Realmente luchaste por ello? Y, así, una sola respuesta: NO. No. 

Ahora soy consciente de que no lo hice. Ahora sé que, por el motivo que fuera (porque dejó de ilusionarme, porque, muy a mi pesar, no me sentí capaz, por lo que fuera...), no luché con la suficiente fuerza como para lograrlo. 

Porque ahora también sé que todos somos capaces de conseguir nuestros sueños. Que lo primero es tenerlo y desearlo. Que, muy a pesar de lo que dicen los señores académicos, un sueño no es una "Cosa que carece de realidad o fundamento y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse". Y que, al menos yo, voy a luchar por ellos porque, haciendo caso al título de aquella canción, pienso, sin lugar a dudas, perseguir los sueños que hay en mí.

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