martes, 26 de marzo de 2013

El duelo

El duelo. Parece que todo el mundo sabe de él. 

Yo no.

Como siempre, he acudido al DRAE y, realmente, no me ha sacado de dudas; su primera acepción dice: "Dolor, lástima, aflicción o sentimiento.", y la segunda: "Demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien." Pues bien, yo siento dolor, lástima, aflicción y, muchos sentimientos; pero, gracias a Dios, no he sufrido la muerte de alguien.

Y, aun así, creo que, por primera vez en mi vida y a mi edad, que no soy exactamente una jovencita, estoy viviendo mi primer duelo. Como ya he dicho, poco sé de las teorías y explicaciones que existen al respecto - si he de ser sincera, tampoco me he molestado en leerlas ni he puesto la famosa palabrita en la barra de ningún buscador de internet -, pero aquí estoy, sufriendo no una muerte, sino la pérdida de prácticamente toda mi vida. 

Sí, soy sincera: siento tristeza, fracaso, desesperanza, vacío y un agujero enorme que ocupa todo mi estómago. ¿Es eso lo que se siente cuando se pasa la etapa que los psicólogos llaman de "duelo"? Si es así, en ello estoy; si no, no tengo ni idea de lo que estoy pasando... Solo sé cómo me siento y que, tal vez tenga razón aquel que dice que, al no haberlo vivido en situaciones en las que debería haberlo sufrido, ahora es todo más fuerte e intenso. Probablemente sea cierto; al fin y al cabo, se trata de alguien que sabe de lo que habla y en quien confío plenamente, tanto a nivel personal, como, por supuesto, profesional.

También me aconsejan continuamente eso de "Permítete sufrir, por una vez en la vida"; y, a veces, hasta me entra la risa... ¡Me resulta tan duro llevarlo a cabo! De hecho, creo que tal vez esto sea lo más difícil que he hecho en estos casi 36 años. Pero aquí estoy, dejándome llevar; nadando cuando puedo, flotando cuando me faltan fuerzas y con el consuelo, cierto o no, de que todo ello me hará construir una Elisa más fuerte y, sobre todo, más viva.

A los que me leéis, sé que no estáis acostumbrados a que escriba este tipo de cosas, pero así es la realidad y no soy dada a mentir. No pretendo daros lástima - ¡eso sí que no, por favor! -, solo compartir con vosotros que no soy todo sonrisas y buen rollo, que me entristezco, que lloro, que sufro, que trato de emplear en mí misma todo eso que "predico", pero que, hay ocasiones en las que resulta realmente difícil...

Supongo que así es la vida.

Sé que lo entenderéis. Solo queda daros las gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario