viernes, 17 de mayo de 2013

Mi lista de miedos


Hace un par de meses, tuve que escribir "mi lista de miedos".

Como, después de varios años intentando comprender el complicado mundo de las emociones, he llegado a la conclusión de que, en mi caso, es esa la que siempre acaba surgiendo por encima de todas las demás, llené unas cuantas hojas encabezadas por una afirmación clara y categórica:

"Miedo a escribir mis miedos"

Pues bien, no sé por qué, el otro día la encontré y, cuando la releí, me sorprendí al comprobar que unas cuantas cosas de las que había ahí escritas ya habían sucedido. ¿Había sentido miedo?, ¿recelo, acaso? No. Ni siquiera me había dado cuenta de que habían formado parte de esos temores que, poco tiempo atrás, pensé que me paralizarían.

Hoy, he vuelto hacer la lista. Los miedos han cambiado. Y, tras leerla, he decidido romperla. Sé que con ello no van a esfumarse, pero también sé que no merece la pena "asustarse" por algo que realmente no sabes cómo te afectará cuando llegue a tu vida... Y eso, si es que llega.

Tal vez sea mejor no adelantar acontecimientos, ser precavidos y prestar atención a lo que sucede, pero nunca dejarnos paralizar por un temor que ni siquiera sabemos que existe.

Porque, como dice aquella cita: "No puedes conocer lo desconocido si te aferras a lo desconocido".

Ahí queda...

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