miércoles, 9 de mayo de 2012

¿Y si...?


¿Y si… dejáramos de decir “y si…”? Llevo días planteándomelo. 
Como lingüista, se me ha ocurrido acudir a un manual de gramática y me ha llamado la atención que, a modo de explicación, decía: “propone una actividad”. La verdad es que no me ha resuelto demasiado; más bien, diría que ha acrecentado mis dudas o, mejor dicho, ha constatado mi idea de eliminar de mi vocabulario esta expresión. 
Vamos a ver, si me planteo en qué situaciones la utilizo, resulta que lo hago cuando dudo de lo que sucedió en un pasado o cuando quiero hacer algo en un futuro pero, sinceramente, no me atrevo. Es cierto que todo es un poco lo mismo: trato de rememorar las veces que la he empleado, su contexto y su resultado y me doy cuenta de que, en el fondo, siempre coincide con algo que no hice y de lo que me arrepiento o de cosas que quería hacer y no me atreví… ¿No es absurdo? Si no lo hice, no lo hice y punto. No hay que darle más vueltas. Y si (y éste es distinto) lo hice, seguro que fue por un motivo que consideraba importante. ¿Me equivoqué?, ¡algo aprendería! ¿para qué voy a mirar atrás? 
Vale, pero volviendo a la explicación “gramatical”, entendería que habla de algo que propone para hacer en un futuro más o menos próximo; entonces, ¿por qué no me dejo de rollos de “y si..” y me pongo a hacerlo? 
Realmente, creo que esta expresión nos limita más de lo que pensamos; tal vez sólo la pongamos de excusa, ¡cómo si tuviéramos que excusarnos ante nosotros mismos!, pero sea como sea, nos impide cumplir nuestros deseos, ponernos a prueba y, por qué no, equivocarnos. 

De esta forma, hoy he decidido que paso de esos “y sis” coartadores. No. No los quiero conmigo. Lo que hice, hecho está. Lo que quiero, lo haré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario