Hace un par de horas, volviendo de una estupenda cena, mi sobrino Marco ha preguntado desde la tercera (¡y última!) fila del todoterreno en el que íbamos:
"¡Mamá!, ¿cómo se consigue un deseo?"
Aunque he permanecido callada, sabiendo que no era yo quien debía responder, solo he podido pensar:
"Creyendo en él, Marco. Y creyendo en ti".
No sé qué deseo tendrá, aunque, conociéndole, sé que será algo importante. El próximo día se lo preguntaré...
No hay comentarios:
Publicar un comentario